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19 ago 2006

PENSANDO EN LA GENTE

Bien, pensaba en la gente. ¿Qué cosa no? El 99% de la gente es una basura concentrada. Si te dijera que no confíes en nadie me dirías, como alguien que conozco, que estoy equivocada en no confiar en la gente, en pensar que todos son malas personas, en fin, no voy a discutir con vos, Lector, si estoy equivocada o no, porque en el correr de la vida, y con el correr de los días, meses y años, vos solito o solita, te vas a dar cuenta que Wilhemina tiene razón en no confiar en nadie. Es más, la premisa es: Toda la gente es una mierda hasta que demuestre con hechos lo contrario.
Parece horrible pero no lo es y te aseguro que cumplir con esta premisa te puede ahorrar muchos pero muchos malos ratos sobre todo en cuestiones de plata que es lo que te puede traer problemas mayores en este mundo en que vivimos hoy.
No soy quién para decirte cómo manejarte o cómo llevarte con la gente, pero tené cuidado, siempre, aunque sea un pequeño grado de desconfianza HAY QUE TENER, por eso de la autoprotección y la superviviencia.
No creas todo lo que te dicen. Del 100% de lo que te dicen la mitad: o sea, el 50 % no lo creas, y del otra mitad desconfiá del 40% y el restante 10% eso sí lo podés creer o tomar como "presumiblemente cierto".
Te preguntarás por qué te digo esto, bien, te cuento esto porque me acaban de cagar a lo grande. No puedo contar qué es exactamente lo que me ha pasado, pero puedo decirte, Querido Lector, que en este momento me encuentro abajo de un Tiranosaurius Rex que está tirando toneladas de meirda encima mío y millones de hectolitros de meo, por supuesto, todos esos excrementos están cayendo encima mío y lo que es peor por mi propia boludez: POR HABER DEJADO DE LLEVAR ADELANTE LA PREMISA QUE MÁS ARRIBA TE COMENTÉ:
Toda la gente es una mierda hasta que demuestre con hechos lo contrario.
En definitiva, vuelvo rotundamente a mi posición de no confiar en nadie. Núnca debí dejar de desconfiar; si hubiera desconfiado en este momento no me habrían cagado con plata, ni me sentiría como la estúpida que me siento.
En fin, a disfrutar del fin de semana.