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29 feb 2008

La cosa es que el mundo es mundo aún cuando no lo pienses..., y tiene la malísima manía de girar constantemente y en mi invierno tu piel roza el verano y así, sujetos a distintos hemisferios tu cuerpo es agua y el mío es hielo y la locura, esa que me atañe tan de cerca, esa locura que tu defiendes con todas tus murallas y todas tus defensas, Santiago, no es la misma que la mía. Tu locura es otra, es dulce, es suave, es tierna, es sensual y caliente... Mi locura es de otra clase, de esa clase de locura que da miedo porque La Loca sabe que está perdiendo la razón y aún sabiendo no resiste sus golpes.
Dejar de fumar, ¿para qué, si te hace feliz?
Tengo amor, amor, y tengo odio, tengo en mi tristeza la alegría y en mi locura la cordura, en mi vida la certeza de la muerte y en mis noches tus manos apretando mi corazón, ése, el que duele, el que aún late.

Aquella chica no se parece a mí y yo tampoco pienso ni siento como tú, pero pienso y siento, y estoy viva como tú y en cuestión de pieles creo que vale la que se acerca sin tapujos a pedir el abrazo de otra piel.

En cuanto a la humildad, ¡por qué deberíamos ser humildes si los Dioses no lo son! La humildad no está hecha para nadie.

Je t´aime

Aunque duelan los días

Hace tanto tiempo que te veo vagar tristemente entre fantasmas…, tanto tiempo que tu sonrisa se encuentra oculta detrás de lágrimas cristalinas..., tanto tiempo que tus manos no acarician mi cabeza…tanto tiempo, Madre, que te veo sumergida en tempestades que me veo en la obligación de decirte, con todo el amor y el respeto que te tengo, que reacciones, porque aunque duelan los días, yo estoy aquí, escuchando tu plegaria, porque no sé si Dios escucha tus sollozos pero yo los escucho y se han metido en mi alma y abren huecos, heridas, despiertan soledades y tinieblas. Madre, aunque los días duelan debes tomar aliento y seguir. Yo te acompaño en la odisea de resucitar de esta muerte en vida. Si me quieres no me arrastres Madre, porque muero contigo en cada lágrima.



Escrito en el año 2005.


Wilhemina sumergida en el dolor de verte sufrir
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